martes, diciembre 12, 2006

Una liga sin fair play

Dejémonos de tonterías. Estos días se ha hablado mucho de la acción de Villa, mejor dicho, de su piscinazo. Una acción que se ha criticado, y se ha repetido hasta la saciedad. La verdad, reconozco, que viéndola en directo, y, además, siendo deportivista como soy, cabrea y duele. Más, si cabe, cuando, tras finalizar el partido, Villa sigue afirmando que la acción es penalti. En fin, eso es cosa de la cabeza de cada uno y ya sabemos que la de los futbolistas no suele ser, precisamente, un gran ejemplo. Viendo la acción, una y otra vez, es obvio que no es penalti. Eso nadie lo discute y Villa tampoco, aunque nos mienta. Pero el caso es que me parece que se ha sacado de quicio. Es una acción que tu, yo, y casi todo el mundo haría…No es la primera vez que pasa ni pasará. Lamentablemente, seamos sinceros, se ha llegado un punto que todo vale con tal de conseguir un gol, los tres puntos, y el dinero que ello supone. Incluso meterlas con la mano. No vale que uno sea un mal compañero por ello y a otros se les trate de Dios, o de listo y de pillo. Ya sabe a quienes me refiero. La verdad que te alegras cuando es a tu favor, pero cuando lo ves a posteriori o cuando lo ves desde un punto de vista más objetivo, es feo y no creo que nadie prefiera ganar así, a luchando, aunque suene cursi, en buena lid. Pero en esto se ha convertido el fútbol. Ya no sólo es un juego o un deporte, hay algo más. Hoy recordando esta jugada se me ha venido a la mente otra que me dolió aún más. No, no se trata del penalti de Djkuckic. ¿Recuerdan aquel famoso penalti de Liaño sobre Stoickhov?, ¿aquel que nadie en toda España veía excepto Nuñez? Pues es algo parecido. A mí no me gustaría ganar así, de verdad, aunque parezca fácil decirlo desde esta postura, o en frio. De verdad que me iría con mejor sabor de boca si mi equipo se devuelve el gol, como he visto en la premier, si mi jugador habla con el árbitro, o si falla el penalti a propósito. Pero esas cosas sólo se ven por otros lares. De hecho aquí somos capaces de aplaudir acciones como el famoso gol de Tamudo en la Copa del Rey. Aquel balón que le roba a Tony de las manos, y que marcó su carrera, la del portero, tan negativamente. La verdad que cuando lo ví me quedé atónito ante la falta de respeto por su rival. Pero no soñemos con sandeces, hoy eso es inviable. El único cuerdo en este asunto ha sido Caparrós. Lejos de quejarse, teniendo todo el derecho del mundo, restó importancia al asunto. Menos mal, cuando tan sólo hace unos meses él defendía la acción del Kun Agüero y pedía a sus futbolistas la misma picardía en el campo. Soñar con algo más de respeto al rival, con sancionar estos gestos es una utopía. Lo que sí me gustaría dejar claro es que una acción como esta, quizás te de la victoria, los tres puntos, o un título, pero desde luego no hace más grande a un jugador. Un superclase no necesita recurrir a eso, creo yo, sólo aquellos que con su mediocridad no alcanzan para conseguir más. Un deseo: que todo esto cambie…

2 comentarios:

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Estoy totalmente de acuerdo, Juanma la caga muchísimo...pero, sé sincero, ¿te parece un gol bonito?...es un gol de listillo, más bien de pasarse de listo. De hecho ahora mismo, con la normativa vigente, no sería válido el gol. Es un gol de rata...feo...que dejas a tu compañero en muy mal lugar, no porque seas mejor que él, sino por aporvecharte de una situación...no se cómo explicarlo. simplemente me parece muy poco caballero...